Estamos escribiendo esta entrada en pleno mes de julio, desde España, en una zona con temperaturas de unos 3xº y pensamos… bien, nuestras suculentas son resistentes, los cactus son precisamente para este clima ¿verdad? Nos iremos de vacaciones y se quedarán bien, o quizá las inunde antes de irme… Regar suculentas y cactus puede parecer un desafío, especialmente si no estás familiarizado con sus necesidades específicas.
Estas plantas son adaptadas a climas secos y pueden sufrir si se riegan en exceso.
¿Quieres saber cómo asegurarte de que tus suculentas y cactus reciban la cantidad justa de agua? Sigue leyendo para descubrirlo.
La Clave Está en el Drenaje
El primer paso para regar suculentas y cactus adecuadamente es asegurarte de que están plantados en un suelo bien drenado. Utiliza una mezcla específica para suculentas o cactus que permita que el agua se escurra fácilmente, evitando que las raíces se pudran.
Otro básico que debes tener en cuenta es que la maceta donde tengas tu planta es estrictamente necesario que tenga orificios. Ya puedes usar la mezcla más cara del mercado hecha con arena del desierto del Sáhara y piedra lunar, que como no le hayas hecho agujeritos a aquel macetero tan bonito que compraste… se va acabar encharcando y acumulando el agua en el fondo y matando a tu querida suculenta.
Recuerda siempre dejar secar el sustrato entre riegos.
Cómo Regar una Planta Suculenta
El segundo paso a tener en cuenta es saber que las suculentas y los cactus necesitan regarse pocas veces pero con mucha agua cada vez.
¡Sí, sí! Está bien escrito. Mucha agua. Y de ahí, la importancia del primer paso (si no drena, se encharca y se pudre).
La explicación es que estas plantas necesitan que el agua llegue a todas las partes del sustrato y de esta manera a todas las raíces. De esta manera, ellas absorberán lo necesario y con el drenaje, dejará pasar el sobrante.
En el caso de que la planta cubra la maceta y no podamos ver si hemos mojado toda la tierra con el riego, un truco es colocar un plato o recipiente debajo y regar por inmersión, dejando una media hora aproximadamente para asegurarnos que tome el agua por ahí. Pero con mucho cuidado de no olvidarnos y pasarnos de tiempo. Una vez retirado el recipiente, dejar que la maceta acabe de expulsar por los orificios el sobrante, antes de devolverla a su lugar habitual, para evitar que pueda encharcarse.
Una vez conocidos los dos principios básicos: drenaje y cantidad, tendremos que adaptarnos al tipo de planta y a las condiciones del medio, como veremos a continuación.
Cuándo es mejor Regar
Las consideraciones siguientes son bastante orientativas, ya que siempre dependerán de tus condiciones concretas particulares: tu situación geográfica (hemisferio, zona climática), el tipo de suculenta o cactus, dónde los tengas colocados, la orientación de la ventana o el balcón, el tipo de macetero, incluso si tienes muchos o pocos alrededor, si están resguardados de corrientes, etc.
Como ves, la frecuencia de riego puede ser muy variable, por lo que vamos a dar siempre una orientación general, bajo la premisa principal que es: observar.
Frecuencia de Riego
La frecuencia de riego varía según la estación del año (H.N.):
- Verano y Primavera: Riega cada 10-14 días. El calor y el crecimiento activo demandan más agua.
- Otoño e Invierno: Riega cada 3-4 semanas. Las plantas están en un estado de reposo y necesitan menos agua.
Sobre el mejor momento para regar, no vamos a inventar nada, ya lo decían las abuelas: por la mañana temprano o por la tarde, cuando las temperaturas son más frescas. Esto ayuda a evitar que el agua se evapore rápidamente y da tiempo a las plantas para absorberla.
Consideraciones Climáticas
Sobre la zona climática, también hay que adaptarse:
- Climas Húmedos: Reduce la frecuencia de riego, ya que el aire húmedo ayuda a mantener la humedad en el suelo por más tiempo.
- Climas Secos: Puede que necesites regar un poco más a menudo, pero siempre siguiendo la regla de dejar secar el suelo entre riegos.
Cómo Saber si mis Plantas Necesitan Agua
Al fin llegamos al quid de la cuestión.
De nada sirve saberse toda la lección anterior si no le preguntamos a nuestras plantas: ¿necesitas agua? Ellas son las que mejor nos lo van a decir, y una vez aprendamos a observar sus señales de sed, daremos con el método que mejor se adapte a cada uno de nosotros.
Estas son algunas de las señales y tips que podrían ayudarte:
- El sustrato profundo está seco: Mete el dedo (o un palito de madera) en el suelo. Si está seco a una profundidad de unos 5 cm, es hora de regar.
- Las hojas están arrugadas, sin firmeza o pierde hojas*: Las hojas de las suculentas y cactus suelen arrugarse o perder su firmeza cuando necesitan agua. Es importante que sepas como son en su forma «saludable». Por eso decimos siempre que las observes de muchas maneras (ojo que algunas plantas pueden tener formas inverosímiles y no nos confundan). *En el caso extremo de pérdida de hojas habría que revisar también la existencia de alguna enfermedad/plaga para descartarla.
- Llega una ola de calor repentina: ojo a los cambios de tiempo si normalmente sigues pautas tipo cada 15 días, etc. no te pille desprevenido. También a la inversa con las lluvias.
- Riesgo de heladas: cuidado con regar por debajo de los 10º, siendo poco necesario en esta época, si las tienes en exterior, mejor no arriesgarse a que se hielen.
- Macetas de terracota vs macetas de plástico: recordar que la terracota al ser material poroso facilita la evaporación, por lo que será necesario incrementar la frecuencia de riego. Tener también en cuenta si hay cubremacetas, jardineras, etc. que afecten a lo mismo.
Errores de principiante regando
La experiencia es un grado, y compartir es vivir:
- Regar en exceso siempre es el error principal. El entusiasmo inicial te puede llevar a estar tan pendiente de ellas que se te va la mano con el riego. Nosotros le llamamos quererlas demasiado ;-). Entonces llega el trauma y el efecto rebote (regar con miedo), y vienen los dos siguientes.
- Regar superficialmente. Si sólo les echamos un chorrito de agua, el sustrato no se habrá humedecido por entero quedando zonas secas. Esto puede provocar que no llegue agua a las raíces mas profundas y la planta se debilite.
- Humedecer con un vaporizador. Esto puede ser útil en casos muy concretos (mini macetas, mini esquejes). Fuera de eso, regar directamente sobre las hojas puede causar problemas de hongos y pudrición (observarás puntitos negros). Siempre riega el suelo, no las hojas.
Regar suculentas y cactus correctamente es esencial para mantenerlas saludables y florecientes. Recuerda que menos es más cuando se trata de estas plantas. Observa tu planta, el suelo y el clima para ajustar tus hábitos de riego. Si sigues estos consejos, tus suculentas y cactus te lo agradecerán con un crecimiento vigoroso y, en muchos casos, hermosas flores.
¿Quieres más consejos y productos para el cuidado de tus suculentas y cactus? Visita nuestra tienda en MundoSuculentas.com y descubre una amplia variedad de accesorios y guías para tus plantas.